PINTANDO PAREDES Y COLGANDO ALGUNOS CUADROS

No voy a negar que estoy un poco cansada, es que, con Celina desde ayer que nos pusimos a pintar y tratar de decorar esta nuestra casa de charlas. 

Tenemos una mesita vestida con una carpeta de hilo tejida al crochet, que es un recuerdo de una de las chicas. Al rededor de  ella queremos compartir las charlas y lógicamente no puede faltar alguna infusión como mate, café, té de hierba o lo que más les y nos guste (claro que las cervecitas no están exluídas).

Esta mañana, cuando me levanté, comencé a mirar las paredes  y pensé les hace falta algo lindo, un cuadro, una foto... así que me puse música y comencé a buscar, no sabiendo demasiado bien que era lo que quería encontrar. Busqué hasta que apareció la foto de este tremendo hombre, sex symbol de mi adolescencia, porque si, tengo mis añitos, y muy contenta de tenerlos estoy. Al verla me dije: ya está, es ésta foto la que hoy quiero compartir. La misma foto que tenía pegada en la pared de mi habitación.

No hay demasiado para decir... sólo ¡qué lindo que era!

Pero volviendo al tema de la decoración, en realidad lo que hicimos es elegir una carta de colores intuitivamente, si hubiéramos tenido plata hubiéramos llamado a una decoradora, pero... nos dijimos ¿y para qué estamos nosotras? y esto que has visto al entrar, es nuestra obra artística ja. 

Pero como dice el dicho cuatro ojos ven más que dos, nos gustaría saber como te sentís al entrar a nuestra casa (confesión la foto de Paul fue puesta absolutamente para tentarte).

Eso sí, no te extrañes que entres uno de estos días y la casa está totalmente renovada... es que somos así, nos copamos con algo y vamos al frente no más.